¿Cuándo puedo volver a bañarme en el mar o en la piscina después del parto?
Después del nacimiento de un bebé, muchas madres se preguntan cuándo es seguro volver a meterse en el mar o en la piscina. Recuperar ciertos placeres, como un buen chapuzón, puede representar una sensación de libertad y autocuidado… pero también es importante hacerlo de forma segura.
¿Por qué hay que esperar?
Después del parto, el cuerpo atraviesa un periodo de recuperación conocido como puerperio o cuarentena. Durante estas semanas, el útero se contrae para volver a su tamaño original, el cuello uterino se cierra progresivamente y se produce el loquio: un sangrado vaginal que puede durar entre 4 y 6 semanas.
Mientras este proceso está en marcha, el riesgo de infecciones es más alto, especialmente si entramos en contacto con agua no estéril como la del mar o una piscina.
¿Cuál es el riesgo de bañarse demasiado pronto?
Aunque el agua del mar o la piscina pueda parecer limpia, lo cierto es que ambos entornos pueden contener bacterias o agentes irritantes que, en un cuerpo aún abierto y vulnerable, pueden facilitar infecciones uterinas o vaginales.
En el caso de las piscinas, incluso el cloro, aunque actúe como desinfectante, puede alterar la microbiota vaginal e irritar los tejidos aún sensibles.
¿Y si he tenido una cesárea?
Si tuviste una cesárea, el tiempo de espera puede ser algo mayor. La herida quirúrgica debe estar completamente cerrada y cicatrizada, y no debe haber señales de infección (como enrojecimiento, supuración o dolor localizado). También es importante que tu médico o matrona confirme que el interior del útero está cicatrizando adecuadamente.
¿Cuándo es seguro volver al agua?
Cada cuerpo es distinto, pero en general, se recomienda esperar entre 4 y 6 semanas tras el parto antes de bañarse, siempre que:
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Haya cesado el sangrado vaginal.
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No haya puntos recientes o heridas abiertas.
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No existan signos de infección o molestias persistentes.
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Tu matrona o profesional de salud lo haya autorizado.
🔔 Consejo extra: Aunque te sientas bien, no te precipites. El hecho de no tener molestias no significa que el cuerpo haya terminado de sanar por dentro.
¿Qué tener en cuenta al volver a bañarte?
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Prefiere el mar a la piscina, si puedes elegir. El agua salada es menos agresiva que el cloro.
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Evita baños prolongados o con agua muy fría.
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Sécate bien después, especialmente la zona genital.
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Si usas compresas postparto, cámbialas tras el baño para evitar la humedad prolongada.
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No uses tampones ni copas menstruales hasta que tu médico o matrona lo indique.
En resumen…
¡Sentido común!
Volver a bañarte después del parto es posible, pero requiere paciencia y cuidados. Prioriza tu recuperación y escucha tu cuerpo. Cuando llegue el momento, el agua será aún más disfrutable.
🧡 Y tú, ¿cuánto esperaste para volver al agua? ¿Cómo viviste ese primer baño postparto? Cuéntanos en comentarios o comparte con otra mamá que esté en ese momento.