¿Que es la mastitis? Conoce sus síntomas, causas y tratamiento

¿No sabes si tienes mastitis? Pues te contamos que a pesar de ser muy común (los síntomas de la mastitis afectan a más de un 30% de las madres durante la lactancia) la información que hay sobre ella es bastante confusa.


Hemos oído la historia muchísimas veces: justo cuando creías tener la lactancia bajo control, aparece dolor en el pecho, una parte se enrojece y se nota caliente, y empiezas a encontrarte mal, como si empezaras con una gripe. Y te entra la duda ¿es mastitis?


En este post resolvemos dudas sobre qué es la mastitis, sus síntomas y sus causas, además de ver que podemos hacer para prevenirla y tratarla.


Primero de todo, nuestro consejo más importante: ¡tranquilidad! Porque ni todas las mastitis acaban complicándose, ni tendrás que detener la lactancia y en la mayoría de los casos no se requieren antibióticos

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¿Qué es la mastitis?

La mastitis es una inflamación del tejido de la mama, que puede cursar junto a una infección o sin ella. Existen muchos factores que pueden desencadenar una mastitis, pero la mayoría de las veces es imposible determinar una causa exacta. La mayoría se producen en los tres primeros meses, sobre todo entre las semanas 6 y 12 del postparto, y afectan sólo a uno de los 2 pechos.


Reconocer los primeros indicios de mastitis y ponerles remedio lo antes posible, es clave para minimizar su impacto en nuestra lactancia.


 Nuestro consejo más importante: ¡tranquilidad! Porque ni todas las mastitis acaban complicándose, ni tendrás que detener la lactancia y en la mayoría de los casos no se requieren antibióticos.


mastitis we are mammas
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Las confusiones más habituales en torno a la mastitis

Aquí os resolvemos algunas de las confusiones más habituales:


“Si tienes una mastitis que cursa con fiebre tienes una infección”


Esto no es así, porque la fiebre aparece tanto en la mastitis inflamatoria como en la infecciosa.


De hecho, la mastitis no tiene por qué ir acompañada de una infección, sino que ésta puede o no desarrollarse.


Muchos médicos siguen considerando que mastitis e infección son sinónimos, llegando a recomendar a la madre que deje de amamantar al bebé o sobre-diagnosticando antibióticos, lo que agrava aún más los síntomas.


“Hay que extraer el máximo de leche para eliminar la mastitis”


Puedes encontrarte con que te recomienden extraerte leche con más frecuencia de lo habitual para que la mastitis desaparezca.


Sin embargo, una sobreestimulación de la producción puede agravar aún más la situación e inflamar la zona que ya está afectada.


En realidad, lo que debes hacer es continuar dando el pecho al bebé en los horarios habituales y extraerte la leche como haces normalmente.


“Hay que dejar de dar el pecho”


Puede ser que el sabor de la leche cambie durante el episodio de mastitis, y que el bebé prefiera comer del pecho que no está afectado. Pero no hay ningún motivo para abandonar la lactancia.

¿Tengo mastitis? Síntomas a tener en cuenta

Los síntomas de la mastitis varían de una persona a otra, pero pueden aparecer de forma tan repentina que no tengas ni idea de lo que te está pasando


Es habitual pensar que has cogido un virus y pienses que te has puesto enferma sin más, porque los síntomas se parecen a los de una gripe.

También puedes confundirte si estás al inicio de la lactancia, porque el pecho suele estar más sensible o puede coincidir con una ingurgitación durante la subida de la leche.


 En definitiva, puedes sentirte enferma, tener fiebre y estar dando el pecho a tu bebé con cierto dolor o inflamación en las mamas, pero no pensar que se trata de un episodio de mastitis.


Entonces… ¿cómo identificar una mastitis?


Estos son los síntomas de una mastitis que debes conocer:


  • Dolores similares a los de una gripe, que incluyen cansancio, malestar y dolor muscular.
  • Fiebre que supera los 38 grados acompañada de escalofríos.
  • Dolor, hinchazón y sensibilidad en el pecho, con sensación de calor al tacto y enrojecimiento en la zona afectada.
  • Sensación de bulto o engrosamiento del pecho.
  • Piel brillante y sensación de ardor cuando el bebé está mamando.
  • Dolor al mover o levantar el brazo o al acostarse sobre el lado afectado.
  • Dolor de cabeza. 

En caso de que tomando las medidas necesarias la sintomatología no mejore en un plazo de 24-48 horas desde que empiezan los síntomas, es imprescindible consultar al médico o profesional sanitario de referencia para evitar complicaciones.

Los tipos de mastitis

Podemos distinguir los tipos de mastitis en función de su causa, su origen y el curso de la enfermedad:


↪︎ Mastitis Aguda


En la mastitis aguda encontramos infección, normalmente por una bacteria llamada “estafilococo aureus “y es más común en madres primerizas.


Suele aparecer en las primeras 12 semanas del posparto y puede tener su origen en una obstrucción mamaria que no se resuelve, un agarre incorrecto o vaciado ineficaz o lesiones en el pezón como podrían ser las grietas.


¿Qué síntomas pueden ayudarte a identificar una mastitis aguda?


  • Fiebre alta.
  • Sensación similar a la de la gripe.·
  • Detección de zonas enrojecidas en el pecho.
  • Inflamación y temperatura más elevada.
  • Suele cursar en un solo pecho, no en ambos.

↪︎ Mastitis Subaguda


Suele ser la más habitual, pero también la más difícil de diagnosticar.


Se caracteriza por la aparición de inflamación en el pecho con dolor y sensación de ardor, pero los síntomas locales son más leves y no hay enrojecimiento, ni fiebre, ni sensación de malestar general.


Este tipo de mastitis suele provocar molestias al inicio y durante las tomas o dolor y escozor en el pezón.


Las buenas noticias es que en la mayoría de los casos se resuelve en 24-48 horas si tomas las medidas necesarias.


↪︎ Mastitis Granulomatosa


Es una enfermedad poco frecuente de la mama, de tipo inflamatorio, que afecta a mujeres en edad fértil y puede aparecer después del parto.


El síntoma más frecuente es la aparición de un bulto en el pecho que suele asociarse a causas autoinmunes.


¿Qué factores pueden desencadenar una mastitis?

Conocer los factores que pueden desencadenan una mastitis puede ser útil para diagnosticarla y acelerar el inicio del tratamiento.


Los factores de riesgo incluyen:



  • La obstrucción mamaria, es decir, la permanencia de leche retenida en uno de los conductos mamarios.
  • Daños o grietas en el pezón que pueden provocar la entrada de bacterias procedentes de tu piel o de la boca del bebé causando la mastitis.
  • Mala posición del bebé al mamar y problemas con el agarre al pecho que afecten al drenaje de la mama (por ejemplo, si tiene frenillo en la lengua o los labios).
  • Enfermedad de la madre o del bebé, quien puede tener mayor dificultad para vaciar la mama si no respira bien por un catarro, por ejemplo.
  • El uso de ropa excesivamente apretada, como sujetadores ajustados que comprimen el pecho y lo presionan dificultando el flujo de la leche.
  • Poner fin a la lactancia materna de forma brusca en lugar de hacerlo de manera progresiva.
  • Permanecer en una única posición o en una mala postura mientras das el pecho a tu bebé, lo que provoca que la mama no se vacíe del todo.
  • Tener antecedentes de mastitis previas, lo que puede aumentar el riesgo de sufrirlas de forma recurrente.
  • El estrés, la fatiga y el cansancio de la madre. 

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¿Cómo aliviar los síntomas de la mastitis?

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Cuando la mastitis se trata desde el inicio y con las medidas correctas, no tendrás problema para recuperarte.


La primera recomendación es visitar a un profesional de referencia experto en lactancia materna para verificar el diagnostico.


Y para aliviar los síntomas, hay varias soluciones que puedes probar en casa para reducir la inflamación y el dolor.


¡Toma nota!


Sigue dando el pecho a tu bebé


Es fundamental vaciar pecho afectado con normalidad, por eso debes seguir amamantando a tu bebé de la forma habitual.

Nuestras recomendaciones:


  • Asegúrate de que el bebé está en la posición adecuada para mamar.
  • Comienza cada toma con el pecho contrario al afectado
  • Evita que el pecho se llene si el bebé no se está alimentando bien o te resulta demasiado doloroso, en cuyo caso puedes extraer la leche utilizando un extractor o colector.
  • Comprueba que el agarre es correcto para no dañar al pezón y evitar abrir una entrada a las bacterias.
  • No te saltes tomas y evita dejar pasar mucho tiempo entre una y otra, intentando mantener siempre la misma rutina.

Aunque cuando tienes mastitis la leche materna es buena y segura, puede tener un sabor más salado que provoque cierto rechazo a tu bebé.


No te preocupes por ello, se trata de una reacción normal y dura muy poco tiempo.


Una vez superas la mastitis tu leche vuelve a tener su dulce habitual.


Trata la inflamación y alivia el dolor


Estas son nuestras recomendaciones para aliviar los síntomas de la mastitis tratando la inflamación y el dolor:


  • Drenaje linfático suave

En caso de mastitis no es recomendable masajear el pecho ya que podría aumentar la inflamación y empeorar los síntomas.


En cambio, es recomendable aplicar técnicas de drenado linfático (arrastrando con suavidad empezando desde la aureola y en dirección a los vasos linfáticos de axilas y cuello).


El drenaje se puede hacer de forma manual o con la ayuda del nuestro masajeador de lactancia:

masajeador lactancia mastitis

ALO es un masajeador de lactancia que además de favorecer el drenaje linfático ayuda a mejorar el flujo de leche al facilitar un vaciado completo del pecho, aliviando el dolor causado por la congestión mamaria o la obstrucción de los conductos.


Está fabricado en silicona, se adapta a tu temperatura corporal, y tú decides el ajuste de sus modos de vibración según tus necesidades, siendo un aliado perfecto para prevenir la mastitis

  • Aplica calor y frio local 

¿Es mejor el frío o el calor local?


La respuesta es un gran “depende”: prueba para valorar qué te va mejor y si notas más alivio aplicando frío o calor local.


El frío local ayuda a aliviar el dolor y la inflamación, y puedes aplicarlo usando hielo en un paño húmedo. 


El calor local aplicado antes de la toma ayuda a que la leche fluya, pero es muy importante no aplicar calor en el pezón porque podría provocar un crecimiento bacteriano y llevarnos a una infección. 


Una ducha de agua caliente es la mejor opción si el calor te ayuda a aliviar el dolor.


Recuerda que no debes aplicar frío o calor directamente sobre la piel para evitar quemaduras.


Puedes optar también por utilizar productos específicos para aliviar los síntomas de la mastitis utilizando el frío local:

Estos Pads de arcilla ofrecen una temperatura duradera y gradual, antes y después de las tomas.


Consulta si los probióticos o la terapia de ultrasonidos pueden ayudar en tu caso.


Diversas investigaciones recogen el impacto positivo de los probióticos en la prevención y tratamiento de los síntomas de la mastitis.


También hay estudios que analizan los beneficios de las terapias de ultrasonidos terapéuticos como complemento al tratamiento conservador de esta afección.


Te recomendamos consultar con tu profesional de referencia si alguna de estas opciones podría ayudarte.


Descansa para recuperarte y déjate cuidar


El cansancio, el estrés, la fatiga y la ansiedad son tus enemigos y están muy vinculados a la mastitis y sus síntomas.


No subestimes el poder del descanso y sigue estos consejos:


  • Bebe toda el agua que puedas y sigue una buena alimentación.
  • Quédate en la cama sin remordimientos cuando el cuerpo te pida descanso, acuéstate pronto y coloca los pies en alto siempre que puedas.
  • Reduce o elimina tus tareas domésticas y no quieras ser una súper woman: sólo estás enferma y debes hacer lo necesario para recuperarte.
  • Pide ayuda a la familia y amigos.

Cuándo debo consultar a un profesional médico si tengo síntomas de mastitis

En términos generales una mastitis que se detecta rápido y se trata adecuadamente no te va a dar problemas ni tiene por qué repetirse en el tiempo.


En caso de duda te recomendamos consultar primero con una asesora de lactancia certificada, quien puede ayudarte con el diagnóstico y recomendarte las primeras medidas a adoptar.


Entonces… ¿Cuándo debes acudir a un médico?


  • Si los síntomas de la mastitis no han mejorado con el tratamiento conservador y el vaciado de la mama en un plazo de 24-48 horas o si te sientes muy mal antes de ese tiempo.
  • Si aparece inflamación y dolor en la mama, fiebre superior a los 38 grados, escalofríos, náuseas, vómitos o dolores de cabeza.
  • Si tienes grietas o fisuras en el pezón que se han infectado.

En cualquiera de estos casos te recomendamos acudir a tu ginecólogo, quien valorará el tratamiento antibiótico que necesites para combatir la infección y analgesia para el dolor.


Pueden solicitarte un cultivo de leche para determinar qué microbio está provocando la infección.


Aunque muchas mujeres utilizan analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno para reducir los síntomas de la mastitis, es preferible consultarlo antes con tu profesional sanitario de referencia.


En caso de requerir tratamiento antibiótico, recuerda que es imprescindible completar el tratamiento que te prescriban hasta el final, y puedes estar tranquila porque la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia.



¿Tengo que dejar la lactancia por una mastitis o por tomar antibióticos?

La respuesta es NO, más bien todo lo contrario:


  • La inmensa mayoría de medicamentos son compatibles con la lactancia.
  • Seguir amamantando a tu bebe ayudará a controlar la inflamación y resolver la mastitis.
  • Además, tu leche sigue manteniendo sus propiedades antibacterianas para proteger a tu bebé de la infección.
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Mastitis y abcesos

Entre los síntomas de la mastitis que debes vigilar de forma especial, se encuentra la posibilidad de tener una infección que derive en la formación de un absceso mamario.


El absceso es una acumulación de pus que forma un bulto en el tejido de la mama y tiene mucho que ver con una mastitis mal curada o que no se ha tratado adecuadamente.


Se detecta localizando en la mama un bulto hinchado, que duele y suele tener un color rojizo, grisáceo o marrón en la zona afectada.


Si te detectas un bulto de estas características debes acudir al ginecólogo cuanto antes, quien te hará una ecografía para confirmar el diagnóstico.


El tratamiento del absceso consiste en drenarlo con una aguja para confirmar qué tipo de bacteria está provocando la infección y pautar los antibióticos más adecuados para tratarlo.


Esperamos haber aclarado tus dudas sobre los síntomas de la mastitis, sus causas y cómo prevenirla.

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